Historia de un hombre.
El árbol metió una rama en el tronco y saco una especie de corazón, se lo dio
al hombre, diciendo:
Me ha acompañado durante muchos años, te mantendrá unido a la tierra, ya
que es el espíritu de la sabía del árbol, tierra, vida, nada puede romper esa
unión espiritual, es la plenitud de la primavera, el resplandecer de las flores
y la quietud del sol al atardecer. Las palabras fluyen en mi mente,
verdaderamente me siento unido al agua, al remanso de ese árbol de vida.
Una suave brisa movía las hojas de los árboles, mientras el sol templaba
aquella mañana de mes de abril, el agua del río, la luz solar parecía inundar
de paz aquel bello paisaje y las flores mostraban su esplendor.
Un hombre jubilado llega a casa después de un fin de semana en el campo.
Habitualmente en época de primavera y verano van a un pequeño pueblecito
de montaña, cercano a un río esplendido de aguas cristalinas en las que junto
con su hermana y su padre solían ir a pescar unas hermosas truchas.
Descripción del lugar, debe parecer un lugar de ensueño e idílico.
El hombre parece preocupado, su mujer le dice que te pasa Anselmo.
Me ha sucedido algo extraño que no sé cómo interpretar.
Cuando estaba en la charca en la que solía ir con mi padre, al no picar
absolutamente nada he llegado a aburrirme tanto que me he quedado
dormido y he tenido un sueño.
Recordé que, cierta vez con mi hermana jugando mientras mi padre pescaba,
apareció un anciano que nos explico una historia sobre una mariposa, que
hacía milagros, bueno no, que cumplía los deseos que uno le pedía.
Recuerdo que le pedí, ver a mi padre contento, que trabajase tanto y que
tuviera buena pesca. Realmente no vimos la mariposa, pero aquel deseo se
cumplió, le ofrecieron un mejor trabajo, pudimos llenar la cesta de pescado.
Llegar a ser una mejor familia, en fin, desde aquel día nuestra vida cambio,
creo que la bondad de aquel anciano, me hizo ver la vida con más humanidad
y ver que otros sufren bastante más que yo.
(Realmente hoy me he dado cuenta que todo eso paso)
¿Le pregunta la mujer y porqué estas preocupado?
Realmente el río nada parece tener que ver con aquel al que iba con mi
hermana y mi padre, existe mucha polución y suciedad desde que abrieron
la empresa, en el margen del río. He creído que hasta el árbol donde solía
hacer la siesta estaba enfurecido conmigo y enfadado.
¿Por qué? Exclamo
Es como si dijera después de todo lo que has disfrutado en este lugar, nunca
has hecho nada por Él.
Sabes que tiene razón, ni la mesa de piedra ni los bancos de madera nunca
se han arreglado.
Pero aún hay más, me ha hablado de Peci (nombre pez) una trucha que por
las noches llora en la charca porque no hay alimento en el río para sus crías,
por culpa de la falta de limpieza en el río.
Recuerdo que el anciano me dijo: Un día vendré, esperando que tú te vuelvas
en mariposa y cumplas mi deseo y cual era pregunta, pilar su mujer.
Que cuidará de aquel río que tantas alegrías y buenos veranos había visto
pasar a mi familia.
¿Y qué piensas hacer?
Voy a llamar a Miguel
Miguel necesito que mañana vengas a casa, necesito que me ayudes en algo.
Hay veces que no es lo que tienes, sino como te sientes haciendo lo que
quieres.
Recuerda el telesilla y el valle Reflexionar.
Como llevar a alguien a aquel lugar, que marcó su vida.
Recordar el Amor, plenitud en el amor de DIOS.
Tuve un sueño vi un mundo mejor pero lo mejor de todo, es que desperté y
no era un sueño sino realidad, las mujeres y hombres habían sacado lo mejor
de sí para los demás.
En un mundo de ofuscación la luz de Belén volvía a brillar en el horizonte,
sigue la luz del espíritu de ese corazón de agua, tiene vida. Nada volverá a
ser como antes, el fuego de la vida vuelve a estar encendido.
Deja fluir tu fuego interior, te ira mejor.
Miguel
Ayuda es un canto de amor, ayuda es poder tener sueños, porque los sueños
nos hacen mejor, cuando nos sentimos humanos, somos mejores damos
gracias al Creador por permitirnos seguir disfrutando de un paisaje de
primavera lleno de soleados colores y un fondo de agua clara con un sonido,
que parece llenar de paz y quietud.
Sentir, oír, degustar, apreciar, amar y tantos verbos que no tienen otra cosa
que decir, que lo que significan poder disfrutar de pequeños hechos que
algunos no saben valorar.