En mi vida he disfrutado de
muchos buenos momentos vinculados al ajedrez, se que puede parecer un juego de
frikis, lo entiendo desde el punto de vista de que una persona que quiera ganar
a otra, se pase mas de 4 horas delante de un tablero, para convencer al
contrario a rendirse. Considero que es un apartarse del mundo e intentar
enfocar en el tablero todas tus intenciones, todo tu saber y toda tu experiencia.
Llevo más de 40 años
federado y he vivido momentos especiales, hoy os voy a contar uno del que hablo
en mi libro.
Un domingo por la mañana, le
digo a mi hijo que hemos de ir a Barcelona a jugar un encuentro contra un rival
claramente superior.
Mi hijo me comenta, papa
porque vamos a ir si ya estamos descendidos.
Nuestro equipo competía en
División de Honor, llevábamos medio punto de siete, es cierto solo un milagro
podía cambiar el descenso.
Recuerdo que le dije que era
necesario ir a acompañar a nuestros compañeros por el bien del equipo, para que
se sintieran arropados. El entendía que, si algo podíamos haber hecho, ahora parecía
tarde.
El asunto es que fuimos, jugábamos
el equipo colista(nosotros) con el subcampeón del año anterior(contrincante), era
un encuentro a 10 tableros ósea diez personas contra otras 10.
Recuerdo que el equipo
contrario nos valoró mal y sus últimos tableros habituales reforzaron su
segundo equipo.
Los astros empezaron a mover
pieza y aquel día pasaron muchas cosas, recuerdo que eran mejor tablero a
tablero, que en todos nos sacaban rating(valoración del jugador en cuanto a las
listas conocidas) a eso de las 12 ya había partidas acabadas y el resultado
parecía incierto, a medida que se acercaba las 13 horas las posibilidades de
que ganáramos cada vez parecían más reales, todos estábamos incrédulos, pero
pasadas las 14 horas conseguíamos la victoria por la mínima, jugábamos en su casa
y acabo 4,5 a 5,5.
Recuerdo que mi hijo que llevaba
poco tiempo jugando como federado hizo tablas, yo gane a un Maestro Catalán, en
fin, lo que parecía imposible se hizo real.
Cual es la lección de esta
historia, es importante formar grupos, grupos bien avenidos por un bien común,
pienso que se veía imposible salvar la categoría ese año, pero algo en el
universo se movió, los caminos cambiaron, aún no estábamos salvados nos
esperaba una última ronda difícil, pero es cierto nadie pensó que no lo conseguiríamos,
todos pensábamos que, si habíamos logrado una oportunidad, nuestro club no la
iba a desaprovechar.
Recuerdo que algún equipo
ficho para esa última ronda un jugador internacional por mucho dinero para este
deporte, con la misión de ganar a un Maestro Internacional y con negras, cosa
que consiguió, pero nuestra victoria no le dio oportunidades, nosotros salvamos
la categoría cuando parecía que solo podíamos hacerlo si se producía un milagro.
Dar las gracias a todos los
miembros del equipo, por ese emotivo momento, lo bonito de vivir es tener
momentos que nos llevan a creer que todo es posible.
Los jugadores que formaron ese
año en División de Honor en 2006.
REUS
DEPORTIU
Montell, Joan C. 2/9 22%
Herrero, Joan 3/8 38%
Perpinya, Lluís María 4,5/9 50%
Solé, Xavier 2/6 33%
Benet, Antoni 2/6 33%
García, Luis 1,5/6 25%
Velasco, Juan Manuel 2,5/8 31%
Velasco, Josep M. 0,5/3 17%
Fernández, Javier 6/9 67%
Pros, Jordi 2,5/9 28%
Fernández, Miquel A. 4,5/9 50%
López, Sixte 0,5/2 25%
Descarrega, Miquel 1,5/2 75%
Bonals, Daniel 0/1 0%
Cortes, Pedro Antonio 0/1 0%
Fernández, Rubén 0,5/2 25%
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