Si vas por cualquier ciudad,
te das cuenta que hay mucho dinero circulando por la vida, seguramente nunca
hubo tanto, coches de 50 a 100 mil euros, pasan por nuestras calles como si de
una pasarela se tratara. Las razones las conocemos todos, antes los países solo
podían imprimir dinero en base al oro que tenían, fue el presidente Nixon quién
sin avisar acabó con el patrón del oro.
Recuerdo que en un viaje a
Londres hace muchos años, nos explicaron que en el Banco de Inglaterra había el
oro de más de 100 países y que cuando había compras entre uno y otro país trasladaban
lingotes de una habitación a otra, como mera forma de pago.
Es evidente que el dinero no
da la felicidad, nos permite hacer muchas cosas que jamás soñamos, nos hace
sentir bien, pero las cosas de más valor, la salud, el amor, una sonrisa, no se
pueden comprar con dinero, algunos pensarán que sí, os aseguro que no. Por eso
nunca debemos perder el norte, es bonito ganar dinero lícitamente, pero no
debemos olvidar que hay personas que sufren, padecen, se sienten casi esclavos
de sus deudas y desearían poder cambiar su mundo.
Entre todos debemos
conseguir que este mundo sea más tolerante, más respetuoso, más ilusionante,
que permita que todos formemos parte y que todos tengamos las mismas
posibilidades, entiendo que muchas personas piensen que eso no es posible, que
siempre habrá ricos y pobres, bien. Consigamos que las oportunidades al menos
sean igual para todos nazcan donde nazcan y demos un granito para que eso sea
posible.
Sabed una cosa, siempre he
sido un asalariado, así que nunca he sido, ni seré rico, entiendo que he disfrutado
de muchas cosas, me importan las personas y me gustaría sentir que he puesto mi
granito de arena para conseguir esa playa en la que todos disfrutemos del
paisaje, con las olas golpeando la arena. Sed felices, usad el dinero para
hacer el bien y no seáis esclavos del dinero.
Suerte.
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