Muchas personas van por la
vida demostrando que conseguir cosas, solo parece cuestión de fuerza, de creer,
de sobreponerse, de confianza, de darlo todo con la seguridad que conseguirlo,
solo depende de la actitud de uno.
Os contaré una historia: Dos
atletas en una final de 1500 metros muy reñida, uno de los dos se dejo llevar y
quedó segundo, al llegar a la meta. Le dice al campeón, pensé que podía conseguirlo,
pero cuando llevaba 1200 metros, me dolía todo y ya no podía más, por eso me
dejé ir. El ganador le contesta: la suerte fue mía, de que te dejaste llevar,
porqué yo estaba igual que tú, ya no podía más.
La enseñanza es que muchas
veces, conseguirlo o no, depende de una pequeña circunstancia, por eso uno
siempre debe actuar como si el resto de cosas no importarán, intentando
demostrar que conseguirlo, es cuestión de trabajo, de esfuerzo, de confiar en
las cosas bien hechas, en las fuerzas de uno, al principio el mundo te mira
incrédulo de lo que ve, pero al final solo le queda decir, es verdad estaba
convencido de que lo iba a conseguir.
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