domingo, 21 de agosto de 2022

 



Últimamente escribo poco, la verdad es que hacer muchas cosas desparrama, por eso es bueno centrarse en pocas con la intención de conseguir objetivos o metas marcadas.

Hoy quiero compartir que mi diabetes está entrando en punto cero.

 ¿Qué es para mi punto cero?

Es cuando consigues llevar a tu diabetes a ese punto en el que, si no fuera por los antecedentes de la enfermedad, el médico te diría que debes tener cuidado o pasaras a ser un diabético más. Es decir, en la analítica de marzo mi glicosilada marcaba 7,6 que se podría considerar un buen dato, si como yo has llegado a pasar de 10 y llegado a casi 11. En la actualidad han pasado 5 meses y he conseguido que la aplicación del sensor marque 6,6 y eso a falta de una analítica de confirmación estaría cercano a ese 6,5 que marcaría la línea roja que decreta que eres propenso a tener azúcar y debes cuidarte.

Para mi era un primer paso bajar de 7 y acercarme a 6,5, lo que representaría una media de azúcar un poco por debajo de 150. Es evidente que el camino seguido ha sido cuando menos raro. Estoy contento porqué se que puedo hacer muchas más cosas por mi enfermedad de las que hago y eso me da algo de confianza.

Debemos crear hábitos buenos para controlar tu enfermedad, yo que he hecho: Básicamente he hecho 3 cosas:

1º Una caminata diaria de una hora.

2º Cuidar mi dieta y aprender que alimentos afectan más a mi glucosa.

3º Reducir mi ingesta de pan.

En estos meses llegué a hacerlo tan bien que tuve el susto de bajar mi azúcar a menos de 60mg, cosa que siempre he considerado más problemático que estar a 200mg de azúcar en sangre. (Esto no quiere decir en ningún caso que sea bueno que estés a 200mg de azúcar en sangre, sí que tienes más riesgo a sufrir cualquier cosa a menos de 60 que a 200). Porque bajar de esa cantidad puede costarte la perdida de la vida y claro eso produjo algo de miedo ya que deseo curarme, pero en ningún caso acabar con mi vida. Esto ha producido un pequeño parón en mi apriete a la enfermedad, debido al miedo. Es evidente que no debemos buscar una solución de hoy para mañana y que la cura se fundamenta en enseñar, a tu cuerpo a vivir con menos azúcar. Es decir, debes aprender a conocer tu cuerpo, enseñarle a vivir con menos azúcar. Puede que te sientas alguna vez cansado, pero he de decirte que eso es normal en las personas, cuando gastas energía tu cuerpo necesita nutrientes, energía y una forma que tiene para decirte que necesitas alimentos es esa, que te notas cansado.

Así que el próximo objetivo, será realizar esa analítica que confirme que hemos llegado a esa línea cero, o dicho de otra manera una glicosilada de 6,5mg/dl.

Para comprender un poco mejor la tabla de la glicosilada os paso un link, que puede daros una mejor comprensión de todo lo expuesto aquí. Un saludo.

https://dtc.ucsf.edu/es/tipos-de-diabetes/diabetes-tipo-2/tratamiento-de-la-diabetes-tipo-2/monitoreo-de-la-diabetes/comprension-del-azucar-en-sangre-promedio/

martes, 2 de agosto de 2022

Cascada de la Espigantosa.

 

 Las grandes montañas de la zona del valle del Benasque, esconden muchas cascadas que pueden dejarte con la boca abierta. Siempre me gustó ver el agua cristalina en movimiento, para mi significa pureza, vida, un elemento esencial para nuestra existencia.


Este año tocaba ver una nueva cascada y gracias a unos amigos, que fueron tan amables de dármela a conocer nos pusimos en marcha a eso de las 9 de la mañana, cogimos el coche de Benasque hasta el pueblo de Eriste, donde pudimos observar el bonito lago, en el que se realizan muchos deportes de agua.

Existen dos maneras de ir hacía la cascada de la Espigantosa, una es por una pequeña calzada, parte asfaltada por la que puedes subir hasta el asiento en frente de la cascada en vehículo, para admirar tanta preciosidad. Dependiendo del año y la época podrás ver mas o menos agua, nosotros lo hicimos en julio, en un año bastante caluroso y como puedes ver en la foto, se ve majestuosa, un cuadro digno de admirar, cuanta belleza nos da esta nuestra tierra y su naturaleza.





La otra es coger un sendero que sale por la parte de atrás de Eriste, con sus correspondientes indicaciones que va sesteando los desniveles de la montaña, en dirección hacía el refugio del Ángel Orús, son unos 4,5 kilómetros el camino de ida y vuelta. Recuerdo que al bajar nos tomamos una cerveza con limón en jarra helada, son esos caprichos que algunas veces la vida nos permite.

Os animo a ver todo tipo de saltos de agua, que nos muestran que pocas cosas pueden detener el agua de vida. Feliz verano.


En busca de tu Santo Grial

  La historia del Santo Grial está basada en él cáliz que utilizó Jesucristo en la última cena, no queda claro, donde está, ya que se consid...