Este punto es vital para
todo el mundo, no es fácil levantarse cuando el mundo parece empeñado en no
dejarte levantar ni la cabeza, pero he de decirte que las dudas no son malas,
es igual que los miedos, lo conseguiré o no, los valientes tienen dudas, tienen
miedo, pero sabiendo que no será fácil son capaces de seguir y dar todo lo que
hay dentro de ellos.
¿Cuál es su idea? Si lo doy
todo de mí y no lo consigo nadie podrá decir que no lo intente, se sentirán en
paz consigo mismo. Eso se llama fe ciega en uno mismo y la fe todos sabemos mueve
montañas.
En mi libro creo haber
escrito si tú no lo crees posible, entonces es imposible. Que quiero decir con
ello, que las metas se suelen alcanzar por trabajo, los éxitos no suelen llegar
por casualidad, es importante que traces tus metas intermedias, igual que tu
objetivo final.
Me dirás la clave es el
objetivo final, te diría que sí, pero llegar a la cima de cualquier montaña,
por ejemplo un 8000, de una vez es hazaña casi imposible, se necesita aclimatación
a la altura y sobre todo conseguir metas más pequeñas, que te fortalecen, te dan
fuerza, tu interior sabe que si era difícil, ahora se ve más cerca, no es lo
mismo subir 300 escalones de golpe que día a día crecer en los peldaños, primero
100, después 200 y luego los 300, por eso de las metas intermedias, primero campeón
regional, luego nacional y quién sabe si luego mundial.
Todos en la vida pasamos por
momentos de duda, que te vienen a decir, importa lo que hago, lo que quiero,
para que tanto esfuerzo si no veo la recompensa, pero te diré que muchos que lo
lograron, lo consiguieron, dan más importancia al camino, al crecimiento paso a
paso, día a día, que a la meta en sí.
Por eso anímate y busca con
alegría tus objetivos, crece con metas más pequeñas y llega a tu objetivo,
pensando era difícil, pero sabía en mi interior que, con la ayuda de Dios, era
posible.
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