Si os fijáis, en el mundo el
dinero siempre ha sido moneda de cambio, como he comentado alguna vez hoy en
día hay más dinero que nunca, los bancos centrales intentan dirigir la
economía, para que nadie entre en depresión, intentan dirigir el camino de la
humanidad a base de insuflar dinero a la economía, por ello cada día hay más
ricos, más personas con mucho dinero, pero debéis saber que como todas las
monedas existe otra cara, la de personas de clase media que pasan a engrosar
las listas de personas pobres, es triste, pero es así.
Por eso el precio del oro,
la plata sube y sube como refugio del dinero miedoso que piensa que al final el
papel solo es eso papel y que lo que verdaderamente vale es aquello que puede
ser canjeado en cualquier estado, en cualquier momento. Por eso debemos
aprender la lección, os preguntaréis ¿Cuál es?
Las personas necesitamos el
dinero, para pagar nuestro día a día, servicios, impuestos, deseos, subsistir, intentar
hacer aquello que nos hace sentir bien, en definitiva, no necesitamos tanto
dinero como muchas veces parecemos necesitar, a eso se le llama avaricia. Esa
es la lección, tenemos que aprender a compartir, a ayudar a los demás,
necesitamos cambiar y dejar de ir por el camino del yo, para que el camino de
todos tome fuerza y hagamos las cosas de otra manera, una manera más sociable,
más humana, más correcta con los seres que formamos este mundo, con el planeta,
que aprendamos a cuidarnos los unos a los otros.
Sé que parece una utopía,
todo lo que digo, pero una cosa tengo clara, solo no podré nunca, pero unidos
somos más fuertes y pienso que será más fácil alcanzar el bien común. Un saludo
a todos y mucha fuerza.
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