Hacer el bien.

 

Cuando uno quiere hacer el bien, el mundo se empeña en que las cosas no te vayan bien, para que pienses el mundo no se merece que luches por él, que te canses y abandones lo que has empezado.

Quiero deciros varias cosas, esto que estoy haciendo no es una lucha contra el mundo, si acaso es una lucha contra mi persona que se ha hecho mayor y deseo devolver al mundo parte de las cosas que he recibido de él, es cierto que he fallado y que alguna  vez no he hecho lo que había dicho que haría, por eso estoy intentando hacer cosas para revertir lo que pudiera haber hecho mal en el pasado y sobre todo estoy buscando un mejor yo.

Cuando alguien hace algo, las personas que le conocen intentan demostrar que son mejores que tú, o bien intentan demostrar que no eres mejor, a día de hoy puedo decir que estoy de acuerdo, no me siento mejor que nadie y que intentar mejorar es solo porque pienso que siendo todos mejores podemos conseguir un mundo mejor para todos.

Entiendo que pensar bien, intentar hacer las cosas mejor esta mal valorado por una sociedad tan competitiva, pero al igual que muchas buenas personas sembraron en este mundo la semilla del bien, personas que todos conocemos. Es necesario que nos demos cuenta, que todos nos necesitamos, que nadie sabe a quién va a necesitar en este mundo y al igual que personas dan órganos de una forma altruista a otras personas con la mejor de las intenciones.

Son muchas las personas que agradecen, las cosas que reciben en este mundo y que muestran misericordia por sus semejantes, que son capaces de ponerse en el lugar de otras personas e intentan que las cosas mejoren por el bien de todos.

Para acabar quiero deciros que este camino que he empezado, tiene fecha de caducidad, la tenía antes de empezar y la tiene ahora, hay personas que se van de misioneros a otro continente para hacer el bien, yo pensé que este era mi camino.

Entiendo que haya personas que no lo compartan, pero os daré solo dos detalles, una noche revente una rueda delantera de mi coche, alguien paro a ayudarme, gracias. Otra noche tres mujeres me pararon y me pidieron que las ayudara con su coche. Para mi eso es un simple botón de que no sabemos quién nos va a hacer falta y que nos pasará mañana.

Si todos lo intentamos, estoy convencido que conseguiremos un mundo mejor.