En nuestra vida hacemos
cosas que van en contra de nuestra persona, una de ellas es juzgar a otras
personas, sin siquiera conocer el menor de sus problemas, es cierto que todos en
un mundo tan exigente, tendemos a juzgar y comparar nuestra persona en relación
con la de otras, esto solo es bueno, cuando motiva tu persona, cuando hace que
quieras ser mejor y sobre todo cuando entiendas que el universo es cuando menos
caprichoso y le gusta ver la mejor versión de ti. Dicho de otra manera, le
gusta ver que eres capaz de dar luz, allí por donde vas, vamos que te mira y
dice: Que bien luces hoy. Entonces
el universo abre autopistas para para que otras personas, constaten que un
mundo mejor es posible y que otra forma de hacer las cosas también.
Por eso no debemos gastar
tiempo en compararnos con otras personas, cada uno de nosotros es como es, tenemos
que aceptarnos como seres humanos, potenciar todo aquello que nos hace bien e
intentar mejorar aquello que nos retiene, o no nos deja avanzar y si te paras a
pensar. Compararte con otras personas, aporta poco a tu vida.
Entiendo que aprender de las
cosas de otro y aplicarlas en tu vida puede ser un ingreso para tu futuro, no
se trata de copiar a otros, pero si, de fomentar tu vida con ideas, con nuevas
maneras de hacer cualquier cosa, incentivar tus pensamientos, promover tu
intelecto, al final aprender de las cosas buenas de otros, es hacer que esas
ideas crezcan, se multipliquen y sobre todo que unir buenas formas de hacer las
cosas, fomentar e incentivar a otros a crecer por el bien común es un gran qué.
Seremos mejores, si pensamos
en todos, incluidos nosotros mismo, si fomentamos el que nadie se quede fuera.
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