Todos en la vida aspiramos a
conseguir grandes metas, ser el mejor en algo, el más alto, el más inteligente,
el más simpático, el más querido. Todas esas cosas que no están mal vienen a
ser un problema, imagina que quieres ganar algo y ni tan siquiera eres termino
medio en ese tema, deporte o aspiración. Luego debes tener claro que ser un
número uno, solo hay una persona en cada momento y eso puede ser hasta
limitante. Estas por así decirlo poniendo una losa encima de tu persona, algo
que puede que llegues a levantar o que no lo consigas nunca.
Por eso en el día de hoy
vengo a decirte, que en la vida la clave está en esos pequeños cambios, que
moldean tu vida, tu carácter, tu forma de hacer las cosas, teniendo claro que
la clave para ganar algo, empezó en el pasado con esas pequeñas victorias, esos
pequeños hábitos que fueron moldeando tu forma de pensar, de hacer, de sentir,
que fueron dejando en tu interior esa seguridad de que estás haciendo las cosas
bien, de la forma más correcta, que van afianzando tu fuerza, tu creencia, que
consiguen abrir tu mente, tu forma de pensar, que no ponen trabas a nada de lo
que piensas o quieres.
Debemos aprender a cambiar
las pequeñas cosas para que hagan mejorar nuestra vida, nuestra forma de actuar, de
ser, esas pequeñas victorias que los ojos de las personas que nos ven son inapreciables,
pero que el tiempo acaba mostrando que iniciaste un camino que no tiene vuelta atrás
y que te va a llevar a ese objetivo que estaba en tu interior, ese que solo
decías para tus adentros y que no te atrevías a decir.
Hagamos que el mundo mejore,
no con bombo y platillo, no con fuegos artificiales, sino con pequeños rayos de
luz que iluminen nuestra vida y la de los que nos rodean, convirtámonos en
diamantes capaces de emitir luz propia para todos los seres que nos acompañan
en esta vida.
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