Hoy
quiero hablaros de la lucha, mi forma de entender esos momentos que todos
afrontamos en nuestra vida y que a veces hacen florecer lo mejor de nosotros.
Cuando
quieres algo, debes estar dispuesto, a trabajar, a esforzarte, a no rendirte, a
aprender de tus errores, son muchas las cosas que marcan tu estado de ánimo, tu
alegría. Por eso es muy importante que tengas clara la siguiente frase:
“No
te han vencido mientras no te rindes”
Es
claro puedes perder, es una opción en todo lo que haces; pero mientras tu no dices
me rindo, no te han ganado. Es aquí cuando debes tomar cartas en el asunto, ver
donde has fallado, tomar medidas para que no vuelva a pasar, luchar con más
fuerza, buscar ayuda allí donde puedas encontrarla. Buscar en tus fortalezas y
cuidar tus debilidades.
Os
contaré una historia que corre por internet.
Un
Rey ordeno a uno de sus mejores generales la conquista de una isla, le proporciono
cien de sus mejores hombres y le dijo:
Si
lo consigues serás gratificado adecuadamente, si no lo logras serás ejecutado.
El
general preocupado por su misión, ya que los defensores de la isla les
superaban al menos en diez veces, solo contaba con el factor sorpresa. Cuando desembarco
con sus hombres en la isla, su primera orden fue quemar los barcos del
desembarco, así elimino una de las posibilidades, desistir y rendirse.
El
buen hacer de sus hombres consiguió la hazaña y conquistaron la isla.
La
enseñanza es que nunca debes tener dudas y que es bueno acabar con ese run, run
que todos tenemos en la cabeza que nos hace dudar de nosotros mismos, de
nuestros objetivos. Debes aprender a controlar tu miedo, todos tenemos miedo,
cobardes y valientes; la diferencia estriba en si el miedo te domina o no.
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