Hay días que uno se puede
sentir muy mal, puede sentir que está tocando suelo, nota que ha llegado al
fondo, que es incapaz de levantarse, el mundo te muestra tu peor cara y las
cosas no parecen ir bien, son esos momentos que te sientes tan mal.
Pero déjame decirte que esos
momentos suelen pasar siempre, la naturaleza te muestra su mejor versión, con un
nuevo día en su gran esplendor, ya sea con un sol de justicia que lo inunda
todo o con una lluvia que cala tus huesos de humedad, florecen las plantas y tú
también sientes que floreces.
Podría decir que me siento
mal, no es verdad. Si lo es que he tenido días de esos, pero he deseado
escribir porque me maravillo, cuando veo personas unirse, luchando juntos por
el bien común, cuando las personas unimos nuestras fuerzas y ofrecemos lo mejor
de nosotros mismos, por el bien de otros, sin interés económico alguno, solo
por el placer de ayudar a alguna persona que te importa o solo por ayudar al prójimo.
Es hermoso ver la cara de gratitud
de una persona a la que has ayudado.
El ser humano, cuando olvida
su ego, sus deseos y muestra su mejor versión, se llena de humildad, de bondad,
de buenos propósitos, muchas de sus células parecen transformarse, algo dentro
de su cuerpo cambia, donde había oscuridad, se muestra una nueva luz.
Te encuentras con tu nuevo ser
interior, las cosas toman otro sentido, floreces de nuevo, algo que parecía
imposible, sucede. Ya no eres el de antes, el camino te muestra su mejor
versión, le gusta ver tu mejor cara, parece que lo malo, no existió nunca, tu
mente muestra lo que quieres ver, es un estado de gratitud por todo lo
recibido, gracias mundo.
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