Considero que en muchos casos se hace difícil, seguir hacía delante, ya que las fuerzas no acompañan, hay dolores, las circunstancias no animan mucho a seguir, pero en esos momentos uno debe contar hasta diez, respirar profundo e intentar no ser exigente con uno mismo, dejar que el tiempo ponga las cosas en su sitio, que curemos las heridas, que el sol de un nuevo día nos muestre nuevos horizontes, nuevas oportunidades, nuevas alegrías, para que volvamos a ser nosotros mismos, ese que siempre dice: Qué tengáis un buen día.
Todos pasamos por días malos,
por momentos complicados, por eso quiero mandaros un mensaje de amor, de esperanza,
de paz. Intentemos que no salga de nuestro interior, esa parte mala que todos
tenemos (yo también) y que solo pone más leña en el fuego, un fuego que va
minando nuestra fuerza, nuestra lucha, que va poniendo piedras en las ruedas de
otras personas, que además no tienden a aportan nada bueno en nuestras vidas.
Si te encuentras en algún momento de estos, intenta parar, reflexionar, de
darte tiempo, en algunos momentos es suficiente solo con ser capaces soportar
lo que te viene y esperar a que amaine y esperar que vengan tiempos mejores, en
los que podamos volver a ser la mejor versión de nosotros mismos.
Pienso que en esos momentos,
lo importante no es seguir avanzando; sino ser capaces de no doblarse, de no
rendirse, de tener paciencia, de confiar en el Padre y desear que vengan nuevos
refuerzos, que nos permitan seguir avanzando hacía nuestros objetivos.
Mandaros mis mejores deseos
para todos los que sufren, los dolidos, los que no pueden más, para que el tiempo
nos permita seguir en nuestra lucha y alcanzar nuestras metas.
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