El camino

 

Hace ya bastante tiempo que empecé mi pelea con la diabetes, en este tiempo han pasado muchas cosas y aunque mi lucha no ha conseguido el resultado apetecido, en el día de hoy quiero hablarte de algo a lo que no damos mucha importancia, sin embargo tiene y mucha.

He fiscalizado mis logros y sobre todo me he abierto a comentar lo que voy aprendiendo, esperando que esto pueda ayudar a otras personas en mi misma situación, es bonito ver que haces cosas por ti mismo, que aprendes mucho y que lo que aprendes te hace mejor, en todos los sentidos.

¿Conseguiré vencer mi enfermedad?

Te diré que no lo sé, no porque no lo crea, sino que hay muchas cosas que no están bajo mi elección, como el tiempo que necesitaré para conseguirlo o si dispondré de ese tiempo, recordando te diría que coger una neumonía destrozo el trabajo de un año.

Sinceramente a día de hoy lo veo posible y deseo que Dios me permita demostrar que puedo.

Volviendo al camino, sentir que haces lo que debes, ver como el camino moldea su diseño para que te sea más fácil seguirlo, ver como creces día a día, como tu interior interioriza todas esas cosas que vas aprendiendo, son cosas que hacen vibrar tu cuerpo, cambiar las sensaciones que tienes y sobre todo te hace sentir bien con tus decisiones y eso es lo que quiero compartir.

Es muy importante conseguir los objetivos, metas pero yo empiezo a darle mucha importancia a las cosas que consigo con todo lo que aprendo gracias al camino empezado, por eso quiero decirte, no lo dudes empieza tu camino y veras como el te va abriendo nuevas ideas, nuevas posibilidades y sobre todo si estas en buena dinámica, veras como tu cuerpo lo agradece, sonríes, lloras y es que tus sentimientos se sienten a flor de piel al ver que estás en el buen camino.

Animo, no lo dudes “Podemos conseguir aquello que deseemos, siempre que salga de tu corazón”