En el mundo existen muchas
luchas, unas justificadas y otras no, en principio luchar no es malo siempre que
se respeten las normas. El problema es que cuando entras en una pelea, una
persona no suele tener todo bajo control, por eso una gran persona como la
hermana Teresa de Calcuta, decía “no me llamen para manifestarme contra la
GUERRA, llamadme para hacer manifestaciones por la PAZ”. Esto es esencial para para
entender muchas cosas.
Los animales de compañía son
algo del que todos los que tienen aprecian, por su compañía, por su afecto, por
su amor, por su simplicidad, es entrega honesta llevado al límite, en día de
hoy quiero agradecer a todos los esos animales que tanto cariño nos dan, su
saber estar y entender, es claro que un animal no es una persona pero casi y se
les puede querer hasta más, ya que ellos siempre están allí, te entienden,
buscan tu alegría, tu felicidad, serían capaces de morir por ti y no entienden
de dobleces, de falsedades.
Por eso no entiendo a las
personas que abandonan animales, en pandemia apenas ha habido abandonos,
incluso se han hecho chistes, ya que solo se podía salir a la calle, excepto para
sacar al perro, pero si quiero criticar a todas las personas que sacan a sus
animales, perros que son considerados peligrosos sin sus medidas preventivas, o
personas que permiten que la ciudad se ensucie y no hagan nada por evitarlo. Es
evidente que si un animal hace sus necesidades en casa lo recogemos, entonces
porque no hacemos nada cuando lo hacen la calle, en algunos parques de mi
ciudad dice “El perro es tuyo, la ciudad de todos”. Hemos de ser capaces de
entender que nadie es más que nadie y que si recibes todo el amor que tú animal
te da, deberías ser capaz de hacer lo mismo que haces en tu casa.
Aprendamos a ser felices,
haciendo cosas normales, entregando amor y respetando a los demás.
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