Pienso críticamente contra
los políticos en este país, todos los ministros, diputados, senadores, alcaldes,
en definitiva, todos los que forman parte de la estructura del estado, entiendo
son personas que entran en política, porque desean servir a los ciudadanos, si
no es así no deberían entrar. Nunca entenderé que una vez ingresados en cualquiera
de los puestos nombrados, se dediquen a defender únicamente sus intereses, dejando
de lado, todas las promesas de servir, que realizaron en la promesa o jura de
su cargo.
Pienso que es algo bonito
dejar huella y que los ciudadanos se sientan orgullosos de la gestión y del trabajo
de estás personas, que entran a formar parte del ente público, cosa que el
pueblo debe agradecer, ya sea dando su nombre a nuevas calles o bien
reconociendo su buen trabajo o hacer.
Necesitamos de buenas personas
que ayuden a gestionar los bienes públicos, por el bien de todos.
En definitiva, este país si
dispusiera de personas implicadas con el bien público, implicadas en el bien hacía
sus semejantes, estoy convencido que todas las cosas nos irían mejor a todos
los ciudadanos de este país. Me parece muy simple, debemos ser dirigidos por
personas inteligentes, cualificadas e interesadas en que la sociedad a la que
pertenecen mejore por el bien de todos, el de ellos también.
No permitamos que personas
que no piensan así, nos dirijan desde esos puestos de importancia. Un saludo.
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