Termostato económico

 

Las estadísticas dicen que la mayoría de las personas a las que les a tocado la lotería, al cabo de dos o cinco años, están peor que cuando les tocó el premio.

 ¿A qué se debe esto?

Son muchas las cosas que pasan cuando consigues un premio inesperado, el solo hecho del dinero que llega sin esperarlo, el que todos hemos tenido sueños, deseos, anhelos y metas a conseguir, esto hace que abramos el puño y nos lancemos a una espiral de gastos descontrolada y claro, cuando uno no tiene control, no sé resiste a una tentación, impulso o deseo, se suele acabar peor que al principio.

Que marca nuestras acciones, básicamente nuestro fuero interno, ese llamémosle termostato que regula nuestra forma de hacer, actuar y que a la postre marca nuestro camino.

¿Es posible gestionar el mismo?

Yo pienso que sí, reconozco que no es fácil, pero como casi todo en la vida, se puede mejorar con enseñanza, trabajo, ganas de aprender, esfuerzo y sobre todo reflexionando.

Recuerdo algo que me dijeron en cuanto a los deseos, si deseas algo con todas tus fuerzas o deseas comprar algún último modelo de ordenador, coche, móvil o lo que sea, debemos aprender a no ser impulsivo, debes apuntarlo en un papel, con la fecha, lo que deseas y el por qué. Luego coges el papel y lo pones en la cartera, dejas que pase un periodo de tiempo prudencial y luego, lo vuelves a leer.

Recuerda que pensabas cuando lo escribiste, mi consejo es que si sigues pensando lo mismo, y puedes hacerlo, no dudes en comprarlo. Verdaderamente no era un impulso.

Pero si te han venido dudas, has comprobado que ya no piensas igual, o que todo ha cambiado, que tienes nuevos impulsos o deseos, entenderás que queda demostrado, que eres una persona impulsiva y que debes aprender a no dejarte llevar por tus ideas o necesidades, por así decirlo, cuando algo sale nuevo el precio inicial casi  siempre será mayor que el mismo pasado un poco de tiempo, porque la emoción de la novedad se ha perdido y por tanto, lo más fácil es que puedas comprarlo más barato.

Debemos entender que todas las personas disponemos de un termostato que regula nuestra vida económica, todos debemos ajustar el nuestro para ser capaces de generar un futuro prometedor.