En mi vida, siempre he sentido que no era el mejor, pero que si podía estar entre los mejores; imagino que mi fuero interno esta basado en un luchador, un luchador que admite la derrota, pero que el rival que tenga enfrente, deberá dar lo mejor de sí, para poder vencerme.
¿Por qué digo esto?
Yo en mi vida, me dedique al
ajedrez, deporte en el que llevo 50 años, cuando era joven quede subcampeón de
tercera, campeón de segunda, tercero en primera y luego he quedado en mi
historia tres veces, tercero absoluto de mi provincia. Tanto en el colegio o en
todo lo que he hecho, hay cosas que se me han dado mejor o peor, pero siempre
he demostrado, que cuando me decían que no era para ese trabajo, quizás porque
no se me daba bien, al final era reconocido como responsable de ese tema que no
se me daba bien. Eso ha forjado en mi un autentico luchador, yo pensaba que me
era muy difícil ser el primero, pero eso en el tiempo empezó a cambiar, una vez
quedé cuarto, empatado con el primero, otra quedé segundo en el desempate,
empatado con primero y tercero, a los cuales había ganado. Yo pensaba empieza a
tocar.
Un año jugué el torneo de
rápidas provincial, yo había trabajado de noche y me presenté a jugar, sin
dormir. Al llegar a la ronda final, yo en puntuación iba segundo a medio del
primero, el primero que sabía que no había dormido y jugaba con negras, me
ofreció tablas. Era hasta normal aceptar las tablas, pero yo dije no. El
resultado es que estuve inferior casi toda la partida, pero acabé ganando, lo
que significó, mi primer título en solitario. Si lo piensas, seguro que no
estaba en las mejores condiciones, ya que cuando acabé, llevaba más de 24 horas
sin dormir, lo conseguí. Algo que no había conseguido antes, ser el primero en
solitario.
La enseñanza de esta
historia, es que los logros, los éxitos, las metas igual no llegan hasta que no
estás preparado para ellas, es como que aún no ha llegado tu tiempo, así que
debemos aprender a no desfallecer y sobre todo, a seguir intentándolo. Ya que
eso es una muestra de confianza, de tozudez y de obstinación. El problema es
que todos, solemos ceder ante las adversidades y sobre todo, nos cansamos de no
ganar.
El mensaje de hoy, viene a
darte un toque de atención, un voto de confianza. Eres un ser precioso y te
aseguro que si confías en tus fuerzas, conseguirás, todo lo que te propongas,
es solo cuestión de no desfallecer y de seguir intentándolo. Un saludo compañeros
de viaje.
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