Llevar a cabo un sistema
económico no es fácil, si nunca has controlado tus ingresos y tus gastos,
parece complicado. Para empezar quiero decir que al principio nunca funciona,
es como los horarios de los trenes mientras no tuvieron en cuenta las paradas y
el tiempo invertido en ellas, los trenes españoles nunca llegaron a tiempo. Con
ello quiero decir que es vital que empieces a gestionar tu sistema económico,
aunque al principio quede claro que tus cuentas no van a ser claras o no cuadraran,
seguramente se escaparan por algún agujero al cual no le das valor(pero que
gracias a esa gestión, se pondrán de manifiesto), es decir gastos pequeños a
los que das poca importancia como lo que gastas en bares (desayunos, copas,
comidas, lotería) y que en realidad hacen que tus finanzas se desequilibren.
Es importante empezar el
camino, sabiendo que al principio no va a funcionar, en todo es lo mismo.
Primero tomas contacto con tus finanzas, eso hace que interiorices tus gastos e
ingresos. Su conocimiento va abriendo nuevas ideas a implantar en tu sistema,
entenderás, que partidas hacen que se produzca dicho desequilibrio.
En el pasado ya hemos
hablado de el sistema de pagarte a ti primero sacado del libro “El hombre más
rico de Babilonia”, tu segunda idea es empezar a abrir nuevas cuentas, nuevas
huchas de ahorro, con el fin de ver que cantidades puedes recuperar de tus
gastos, ya que como siempre digo, no puedes ahorrar en cosas que no gastas.
Ejemplo: Si no fumas, que
suban o cambies de marca de tabaco no va a influir en tu sistema económico.
Ósea primero detectar tus
agujeros.
Otro punto a tener en cuenta
es tus contratos de servicios: electricidad, gas, telefonía, limpieza, higiene,
alquileres, hipotecas, ropa, calzado en estos puntos debes centrar tu nueva
fase. Tema a tema coges uno de ellos y miras la manera de abaratar el coste de
ese punto y así sucesivamente. Te sorprenderás lo que se puede ahorrar
gestionando bien tus gastos.
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