Recuerdo que en el pasado,
aprendí una lección de una gran mujer, Pepita Ferrer campeona de España de
ajedrez 8 veces entre 1961 y 1976. Esta mujer me enseño, que en un casino se
puede ganar a la banca con un método sencillo. (yo solo he estado en un casino
para comer).
El método se trata de jugar
la apuesta mínima a un color, el rojo o el negro.
Si ganas la apuesta vuelves
a apostar la apuesta mínima.
¿Qué pasa si pierdes?
Debes doblar la apuesta tantas
veces como pierdas, es decir si pierdes 10 veces seguidas, habrás doblado la apuesta
inicial, 10 veces. Se comprende que ese es el problema de ese sistema, ya que
imagina que tardas 25 veces en acertar el color, puesto que habrás tenido que
tener un gran capital hasta que aciertes.
¿Te preguntarás por qué
cuento esto?
El método es simplemente una
curiosidad, que puedes comprobar matemáticamente. El tema va de que la vida en
general siempre tiende a las probabilidades.
Es decir si tu aprendes a
poner las probabilidades en todo lo que hagas, a tu favor, es fácil que
consigas lo que deseas.
Lo diré de otra manera, si juegas con los mejores, si te acompañas de los que más saben, si eres capaz de unir sinergias, de unir caminos, de aprender de los demás, de unir personas.
En
definitiva: Si eres capaz de poner tanta fuerza en tu parte de la balanza, para
que esta gire a tu favor, no dudes de que vas a ganar.
De eso va la vida, si
apuestas en algo y las probabilidades están a tu favor, lo más fácil es que
ganes muchas de esas apuestas, perderás algunas, pero serán las menos.
Hagamos que las cosas
funcionen.
Gracias a Dios por
permitirme seguir luchando.
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